Casa Azul

Casa Azul tiene ese aire tranquilo que solo consiguen los espacios que no intentan impresionar a nadie, pero igual lo hacen. La cocina se organiza en dos mesadas enfrentadas, como si estuvieran en un eterno duelo amistoso, permitiendo trabajar de un lado y del otro sin que todo sea un caos. El ladrillo manda en el ambiente; está por todas partes y le da textura, peso y una sensación de estar en un lugar con historia, aunque sea nueva. Entre tanto material sólido aparece la paja, en lámparas, tramas y detalles, suavizando todo y aportando calidez sin volverse rústica de catálogo. El conjunto funciona con una naturalidad casi sospechosa: ladrillo dominante, paja generosa y una cocina pensada para vivirla, no para presumirla. Esta casa se llama Azul, pero en realidad vibra más en tonos tierra que en cualquier otra cosa.

Busqueda de materilaidad

Madera clara
Usada en estantes, remates y algunos frentes. Aporta calidez sin cargar el espacio.

Paja trenzada
Presente en lámparas, paneles y detalles decorativos. Textura orgánica y luz suave.

Cemento alisado
Suelos lisos y neutros, base estable para que el resto respire sin drama.

Cerámica en tonos neutros
Alterna en zonas específicas donde hace falta resistencia y fácil mantenimiento.

Metal oscuro o cepillado
Tiradores, estructuras discretas, patas de muebles. Funcional, sin necesidad de protagonismo.

Textiles naturales
Algodón o lino en tonos tierra para complementar sin robar atención.

Look and feel

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